Afirma el dicho popular que la primavera la sangre altera. Y es cierto: el cambio de estación afecta a los humanos. Y si le sumamos el cambio de horario, ¡vamos ya alterados del todo!
La piel es el órgano que más evidencia esta influencia con alteraciones como alergias, eczemas, erupciones, sequedad y otros desórdenes cutáneos. Y aunque estas alteraciones propias de la primavera no afecten a toda la población, todos los organismos deben adaptarse al nuevo horario solar y la subida de temperaturas, aunque conscientemente no lo advirtamos. Por ello, éste es un buen momento para realizar una cura estacional que repare la piel y el cabello de los estragos del invierno y los prepare para la temporada estival.
Además, tenemos por delante unos días de fiesta que nos pueden ayudar a ello. ¿Te animas?
