Porqué necesitas una mascarilla purificante

Te proponemos nueve mascarillas purificantes que oxigenarán tu rostro y harán que recupere su luminosidad.

Piel grasa: en busca de la pureza

La piel grasa presenta habitualmente un aspecto brillante que puede desembocar en grasiento si no se sigue una higiene adecuada. Fisiológicamente, es una piel de excesos: exceso de secreción sebácea, que produce brillos; exceso de células muertas, que aumentan el espesor cutáneo y dilatan poros; y exceso de bacterias, que favorecen el enrojecimiento, las alteraciones y los granitos. Es, pues, una piel propensa a desequilibrios y necesita cuidados muy específicos para mantenerla sana. Porque a pesar de que tenga grasa, suele ser una piel que necesita mucha agua.
Pero no todo es catastrófico: la piel grasa cuenta con una cierta protección ante las agresiones externas y la aparición de arrugas, lo que hace que las personas mayores con esta piel parezcan más jóvenes de lo que son. Sin embargo, el paso de los años deja otras huellas en su rostro, como flacidez, descolgamiento y deshidratación.

Granada para proteger tu piel del frío

La granada es la fruta perfecta para enfrentarse al frío. Además de comerse como postre o aderezar ensaladas y platos calientes, tradicionalmente se recomendaba tomar jugo de granada durante las semanas previas a la llegada del invierno para poner en forma el sistema inmunológico y hacer frente a las enfermedades propias del frío. El jugo de la granada es rico en antioxidantes naturales que protegen al organismo de los radicales libres causantes del envejecimiento celular, y pueden ayudar a mantener unas arterias y un corazón saludables. En la piel, sus activos se utilizan para reafirmar y fortalecer la epidermis, así como para combatir las arrugas.