En verano, las temperaturas más altas y los días más largos nos invitan a disfrutar del aire libre. Sin embargo, en esta época es habitual padecer el efecto piernas cansadas, especialmente entre las mujeres, lo que se traduce en pesadez,…
Piernas a punto para disfrutar del bien tiempo, con estos consejos y recomendaciones
Con la subida de las temperaturas, llega un momento muy esperado: el cambio de armario. Y no por la tabarra que supone tener que mover las cosas de sitio, sino porque volvemos a recuperar nuestros vestidos, faldas, shorts… ¡bikinis y…
Pies y piernas sin dolor y ¡tan frescos!
¿Piernas cansadas? Te contamos cómo puedes evitar la pesadez y el dolor para que no pares de moverte en todo el verano y más allá.
En verano, refuerza la hidratación corporal
Una de cada dos mujeres asegura tener la piel del cuerpo seca y sensible. Una situación que se agrava en verano. Es el momento de aumentar la hidratación corporal.
Objetivo: una talla menos. Cómo evitar la retención de líquidos (2)
¿Tu problema es que estás hinchada, como congestionada? ¿Sufres de piernas cansadas? ¿Conforme avanza el día te aprieta el cinturón o el anillo? Tienes retención de líquidos.
10 Cosméticos básicos para el verano
El calor ya está aquí y es el momento de hacer un chequeo completo a nuestro cuerpo y a nuestro armario cosmético. El propósito es evitar que las altas temperaturas provoquen más molestias de las necesarias. Un rápido examen de los pies a la cabeza permite detectar cuáles son los posibles puntos débiles y estar prevenido para fortalecerlos con la cosmética adecuada.
¿Vamos a ello?
Relaja y aligera tus piernas cansadas
¿Al final del día padeces hinchazón de tobillos, calambres y un desagradable hormigueo recorre tus piernas? Si la respuestas es afirmativa, eso quiere decir que formas parte del alto porcentaje de población que sufre insuficiencia venosa. Esta sensación de “piernas…
Piernas más ligeras
La llegada del verano trae consigo para muchas personas problemas de piernas cansadas con hormigueo, hinchazón de pies y tobillos, calambres e, incluso, dolor y dificultades para andar con normalidad, especialmente al final del día o después de estar mucho tiempo de pie o sentado. El calor dilata las venas, cosa que ralentiza la circulación venosa de retorno, ya de por sí difícil pues desafía la ley de la gravedad por su sentido ascendente. Esto provoca que la sangre y otros líquidos se acumulen y, de no tratarse a tiempo, puede llegar a desembocar en una insuficiencia circulatoria venosa y la aparición de varices: El 80% de las mujeres mayores de 35 años las sufre, ya que por su constitución la mujer tiene el doble de riesgo que el hombre de padecer este problema.