Es fácil reconocer un cabello seco. Está mate y encrespado, difícil de peinar porque se rompe y enreda con facilidad debido a que la cutícula está abierta. En el cuero cabelludo, los síntomas de esta situación son incomodidad, tirantez, menor flexibilidad de la piel, picores, rojeces e incluso caspa seca debido a la descamación cutánea. Para evitarlo, hay que proporcionar al cabello la hidratación y nutrición necesarias para que se mantenga suave.
¿Es tu caso? Entonces te interesará lo que vamos a contarte.
La deshidratación del cabello se aprecia fácilmente comprobando si existen nudos. Sólo hace falta pasar la mano por la melena y observar si ésta se desliza con suavidad o, por el contrario, queda retenida por el mechón. En estos casos, es que las escamas de las cutículas se han abierto y enganchado unas con otras, provocando el enredo y los «nudos».
Se calcula que una de cada tres mujeres tiene los cabellos secos (Europanel 2008) debido al aumento de tintes, brushings, permanentes, desrizados, etc., así como a la deficiente alimentación y el estrés. Los cabellos secos se deterioran con facilidad y pueden romperse, por lo que es necesario aportar de nuevo agua y nutrientes.
Además del cabello, el cuero cabelludo también se seca y produce incomodidad ya que está tirante, pica y no puede aportar al pelo la nutrición y el sebo necesarios para que esté flexible, fácil de peinar y brillante. La película que recubre la piel (el film hidrolipídico) puede llegar a desaparecer, con lo que el pelo pierde su lubricante natural, las escamas se levantan y el pelo se rompe.
En algunos casos, la sequedad es tal que el pelo puede volverse rebelde y encrespado, estar áspero al tacto, difícil de peinar y con enredos, sensible a la electricidad estática y muy reacio a los tratamientos habituales. En casos extremos, la sequedad del cuero cabelludo puede provocar manchas rojas e inflamaciones.
¿Cómo lo arreglo?
Para no llegar a esta situación, es necesario proteger los cabellos de la deshidratación y cuidarlos con hábitos de higiene y cosméticos adecuados. Por ejemplo, hay que evitar la aplicación de aire muy caliente (acabados con secadores de mano), no frotar en exceso con la toalla al secarlo, escoger productos de acabado tratantes que no resequen aún más o vuelvan el cabello ‘pesado’, aclarar bien después del lavado, y tomárselo con tranquilidad. Está más que comprobado que el estrés afecta muy negativamente al cabello, llegando a provocar la caída y afectando al crecimiento. También pueden realizarse periódicamente tratamientos nutritivos en las peluquerías.
Al lavarlo, conviene hacerlo con la cabeza hacia atrás, ya que de esta forma se mantiene la caída natural del cabello y el agua «resbala» por él, evitando la formación de enredos. Es necesario utilizar un champú específico para cabello seco que aporte hidratación y nutrición, así como un producto acondicionador específico y, una vez a la semana, una mascarilla nutritiva.
Utilizar la cantidad indicada y no más, ya que un exceso de producto puede apelmazar el cabello, y aclararlo muy bien. En los cabellos lisos, el acondicionador se aplica sobre las puntas del cabello, evitando la raíz, mientras que en los cabellos rizados es importante aplicarlo con las palmas de las manos dando forma al rizo y tras haber secado primero el cabello con una toalla.
Es necesario, pues, reponer agua y nutrir el cabello con productos ricos en activos como proteínas, grasas y vitaminas. No sólo de forma tópica: un cabello dañado debe cuidarse también a través de la alimentación. Es imprescindible incluir proteínas (carne, pescado, huevos, lácteos, legumbres y frutos secos), grasas (aceites vegetales y pescados grasos), carbohidratos (arroz, pasta, pan, patatas, cereales), así como vitaminas y minerales.
Entre las vitaminas destacan especialmente las del grupo B (hígado, alimentos integrales, sardinas, nueces, judías, huevo…), la E (aceites vegetales y frutos secos) y la C (cítricos, fresas, kiwis); y entre los minerales son imprescindibles el zinc (mariscos, lentejas, vegetales verdes, carnes magras), el yodo (pescados), el cromo (hígado, queso, levadura de cerveza) y el hierro (hígado, carnes rojas, pescados, legumbres). Además, hay que tomar suficiente agua, tanto en forma líquida como a través de verduras y frutas.
¿Por qué es así?
Hay diversas razones que provocan que el cabello esté seco. Entre ellas destacan:
- falta de hidratación natural debido a una insuficiente secreción sebácea, o a un tamaño pequeño de la glándula sebácea,
- agresiones medioambientales como el sol, el viento, el frío, la contaminación…
- agresiones químicas como los tintes, las mechas, las permanentes
- y mecánicas como los cepillados excesivos y vigorosos, los brushings, el uso de secador, tenacillas, planchas, etc.
En un cabello sano, las escamas son regulares, lisas y uniformes a lo largo del tallo capilar, como las de un pescado o como las tejas de un tejado. Si por cualquier causa, interna o externa, el film hidrolipídico se altera, las escamas se abren y presentan una superficie irregular, como erizada. Al levantarse las escamas, se erosionan, se rompen y la queratina, la proteína esencial del cabello, queda fragilizada y expuesta.
Un caso particular de sequedad es el del cabello de tipo africano, que sufre una deshidratación crónica debido a que sus glándulas sebáceas son más pequeñas que las del cabello caucásico, lo que provoca una menor secreción y un déficit de sebo. Además, la estructura del pelo es elíptica, lo que favorece su torsión, el característico rizado. El pelo crece en paralelo a la superficie del cuero cabelludo y el rizo impide que el sebo se expanda a lo largo del cabello, por lo que es un pelo habitualmente seco.
Estas características compensan la situación geográfica y las costumbres africanas, ya que tanto el sol como la alimentación condimentada acentúan la secreción sebácea y, con este tipo de cabello, el cuerpo evita la seborrea y la sudoración. Pero en un clima más frío o templado, como el de España, el cabello africano está siempre seco o muy seco, por lo que se peina con dificultad y se rompe y necesita cuidados constantes y nutrición.
Más información
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- Lo nunca explicado sobre la caída del cabello, su historia
- Así es un cabello
- Cabello normal, cómo es y cómo cuidarlo
- Cabello graso: Cuidados anti-grasa
- Cabello seco
- Cabello débil o dañado
- Cepillos y peines, cuál necesitamos y cómo usarlos
Cuenta con ellos
♦ 3 Días Liso Frizz Ease de John Frieda. Spray de alisado semipermanente que se activa con el calor de la plancha y el secador, bloquea el encrespamiento y alisa el cabello, aplicar sobre el pelo mojado. 9,69 €
♦ Karité Aceite de Nutrición Intensa de René Furterer. Aceite de tratamiento rico en manteca de karité y vitamina E (anti-radicales libres) que nutre, protege, repara e hidrata el cuero cabelludo seco, aporta flexibilidad y suavidad al cabello, que queda fácil de peinar, se aplica antes del lavado y se deja actuar de 5 a 10 minutos. 100 ml 30,35 €. En farmacias y parafarmacias
♦ Innova Hydrate Tratamiento Hidratante Antiapelmazamiento de Indola. Tratamiento que actúa en profundidad restableciendo los niveles naturales de hidratación, contiene extracto de bambú, keratina hidrolizada, aceite de almendras dulces y ácido hialurónico, para cabellos de normal a seco, gruesos y rizados. 11,15 €.
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♦ Mask Gold Oil Essence de Montibel.lo. Mascarilla que reestructura, nutre y revitaliza el cabello gracias a los aceites de ámbar y argán, con un aroma cítrico y floral. 200 ml 13,90 €. En peluquerías
♦ Nutricerat Mascarilla Ultra-nutritiva de Ducray. Mascarilla que nutre y repara intensamente el cabello muy seco y dañado gracias a su alta concentración en manteca de illipé, la cutícula queda reparada, protegida y alisada, el cabello se desenreda y queda flexible, brillante y suave. 150 ml 15,10 €. En farmacias y parafarmacias
♦ Champú Reviviscence de Leonor Greyl. Champú reparador para cabello deshidratado, alterado, quebradizo y/o teñido que repara la fibra capilar y reacondiciona el cabello, con extractos de amaranto y lavanda de mar.
♦ Huile Sublime de Franck Provost. Aceite 3 en 1 que nutre y rege¡nera los cabellos más secos, sin apelmazar y facilitando el peinado, contiene aceite de grano de lino, omega 3-6, vitamina F y filtros solares, para todo tipo de cabellos. 50 ml 22,40 €
♦ Rahua Voluminous Conditioner. Acondicionador que protege, da cuerpo y vitalidad al cabello rico en ingredientes orgánicos y de origen 100% natural, contiene aceite de ungurahua, rico en ácidos grasos omega 9, que ayuda a restaurar, hidratar y fortalecer los folículos pilosos y el tallo capilar, y aceite de jojoba (hidratante, nutritivo), previene el encrespamiento. 29 €. Venta exclusiva en España en JC Apotecari (www.jcapotecari.com)
♦ Champú y acondicionador 2 en 1 Manteca de Karité de Marlis Möller. Champú y acondicionador que protege el cabello durante el invierno, hidrata, nutre, regenera y revitaliza el cabello gracias a la manteca de karité y el extracto de células madre de manzana. 18 €
♦ 11 Benefits de Salon Hits. Tratamiento integral que, según la marca, aporta 11 beneficios: repara y nutre el cabello seco y dañado, aporta brillo, anti-encrespamiento, protección térmica ante las agresiones de secador y plancha, suavidad y sedosidad, protección del color con filtros UVA/B, facilita el peinado, efecto desenredante, mantiene el peinado más tiempo, previene las puntas abiertas, aporta cuerpo y volumen. 150 ml 9,95 €
♦ Acondicionador Suave y Sedoso de Herbal Essence. Tratamiento que hidrata y mantiene el equilibrio natural del cabello, previene la asperez de la cutícula, deja el cabello sin peso y luminoso, para cabello seco, dañado y/o encrespado. 3,30 €