¿Al final de la jornada laboral te encuentras cansad@, con dolor de cabeza, náuseas, malestar? Puede que la culpa sea el trabajo, sí. Pero también puede ser que no hayas bebido suficiente líquido durante las horas de trabajo.
La hidratación influye en el rendimiento físico y mental. La piel se seca, pero la deshidratación también provoca cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración y malestar general, síntomas que perjudican las funciones mentales. Si no bebemos lo necesario disminuye la capacidad de memoria a corto plazo, las habilidades aritméticas, la concentración, la capacidad visual, etc.
¿Y tu? ¿Bebés lo que tu cuerpo necesita?